Especialistas realizan análisis toxicológicos en los órganos de los cetáceos fallecidos. Sospechan de la ingesta de algas tóxicas, un fenómeno natural y cíclico
El hallazgo de 21 ballenas franca austral muertas en las costas de Península Valdés, en Chubut, generó alarma en el área Natural Protegida, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad. Con esta cifra, el número de muertes de cetáceos en la región en 2024 se eleva a 71, lo cual motivó la intervención de equipos de especialistas que investigan las causas del suceso.
Ingesta de algas tóxicas: la principal hipótesis
Las autoridades locales han atribuido estas muertes a la ingesta de algas tóxicas, un fenómeno que ocurre de manera natural en diversas zonas marítimas y puede afectar a especies marinas de gran tamaño. Aunque el fenómeno es cíclico, los investigadores buscan confirmar el origen y la composición específica de las toxinas presentes en las algas que habrían provocado la muerte de las ballenas.
Desde el Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral indicaron que “entre el 19 y el 29 de octubre se contabilizaron las muertes de estos ejemplares, afectadas posiblemente por floraciones algales nocivas en el Golfo Nuevo”. Estas floraciones, conocidas como «blooms» de algas, se presentan en forma de parches en zonas de alimentación, y contienen toxinas que pueden resultar letales para las ballenas.
Autopsias y análisis toxicológicos en marcha
Para establecer con precisión la causa de la muerte de los ejemplares, los especialistas están analizando los niveles de toxinas en distintos órganos de las ballenas fallecidas. “Nuestro equipo ha observado que estas ballenas se han alimentado de manera frecuente en el último mes, coincidiendo con el período final en que las madres permanecen con sus crías tras varios meses de ayuno”, explicaron desde el Programa de Monitoreo.
Si bien los blooms de algas son un evento recurrente y natural, se realizan estudios de laboratorio para identificar las toxinas específicas presentes en el ecosistema del Golfo Nuevo. Las autoridades remarcaron que, según los informes preliminares, este tipo de eventos no representa un riesgo para la salud humana.
Esfuerzos conjuntos para remover los cuerpos
Con el objetivo de evitar la llegada de ballenas muertas a playas turísticas, como ocurrió recientemente en la Playa de Las Cuevas, las tareas de remoción y reubicación de los cuerpos se realizan en coordinación con la Dirección de Flora y Fauna, la Administración de Vialidad Provincial, el Área Natural Protegida Península Valdés y el municipio de Puerto Pirámides, además de contar con el apoyo de la Red Fauna y prestadores de servicios de avistaje de ballenas.
La prioridad es evitar que los cetáceos en descomposición lleguen a zonas de alta actividad turística, minimizando el impacto ambiental y social en la región. Mientras tanto, los científicos y las autoridades continúan investigando para comprender el alcance del fenómeno y prevenir eventos similares en el futuro.
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