En la novena audiencia del juicio por la muerte del ídolo argentino, la madre de Dieguito Fernando dio detalles sobre posibles fallos médicos en los últimos días de vida del astro del fútbol
“Diego siempre me pedía ayuda y yo no sabía cómo hacer. Yo sabía que lo tenían secuestrado. Él tenía como temor a todo. Cuando yo me iba me decía ‘llevame’. Tenía temor a quedarse solo”.
Las contundentes palabras corresponden al testimonio que este martes brindó Verónica Ojeda ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro durante la novena audiencia del juicio por la muerte de Maradona, donde dio detalles de cómo fueron los últimos días de su expareja y apuntó contra el equipo médico por su responsabilidad en la muerte del Diez.
La madre de Dieguito Fernando, el menor de los hijos de Diego, lloró al recordar su historia con el astro del fútbol e hizo un repaso por el último tiempo que compartió con él. Según su relato, ella estuvo un tiempo distanciada del Diez y volvió a acercarse en 2020 a partir del llamado de una masajista que le dijo “vos sos la única que podés salvar a Diego“.
Desde entonces empezó a visitarlo seguido en sus casas de Bellavista y Brandsen, donde Maradona vivió hasta que fue operado de la cabeza a principios de noviembre. En este contexto, fue clara al definir cómo percibía el ambiente en el que habitaba su ex. “Ellos querían verlo a Diego mal, no querían verlo bien. No querían que estuviera consciente y apto para disfrutar”, dijo en referencia al entorno que lo acompañaba diariamente.
Ojeda continuó su relato cronológico rememorando los días que Maradona estuvo internado en la Clínica Olivos por la cirugía a la que fue sometido semanas antes de su muerte y dio un detalle clave para la Fiscalía y la querella acerca de cómo se decidió la tan cuestionada internación domiciliaria en Tigre, donde días más tarde falleció.
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